La irrupción de las Nuevas Tecnologías en nuestra vida está provocando un impacto en nuestros cerebros.
Cada día más personas, jóvenes y adultos, sufren las consecuencias del estrés, la dispersión y el exceso de información.
Sufrimos una interrupción en nuestro trabajo cada 8 minutos. Y cada interrupción nos resta productividad y calidad en lo que producimos. La fatiga mental contamina nuestra toma de decisiones diaria.
No es infrecuente escuchar eso de "es que no me da la vida" o "voy como pollo sin cabeza",
Y sobre todo, estamos perdiendo la capacidad de enfocar nuestra atención en una sola tarea por un tiempo prolongado. Estamos más dispersos que nunca.
En este mundo de prisas y distracciones, el reto actual es GESTIONAR NUESTRA ATENCIÓN, no sólo el tiempo.
En el fondo nuestra atención es nuestro principal capital. La calidad de mi vida depende de la calidad de mis experiencias y la calidad de mis experiencias viene determinada por la calidad de la atención que yo pongo cuando acontecen.
Por eso es importante desarrollar las HABILIDADES MINDFULNESS o de ATENCIÓN PLENA: enfocar y mantener nuestra atención al momento presente, con una actitud abierta y no enjuiciadora.
Y no solo necesitamos que nuestra Atención sea Plena además ha de ser Eficiente: de toda la información que existe en el presente necesito poder enfocarme sólo en la que en este instante sea relevante para mí de tal manera que el resto de información "pase al fondo".
Tenemos un gran reto y una gran oportunidad: adiestrar nuestra atención en la no fácil era de las distracciones.
Tenemos la posibilidad de vivir nuestra vida con un poco más de calma, serenidad y alegría.
Necesitamos cultivar estas capacidades a través de un entrenamiento específico, como quien quiere ponerse en forma o mejorar su flexibilidad.
La Atención Plena y Eficiente es la llave de nuestra productividad y bienestar personal.